El Rey Palomo
En el poker online puede acaecer cualquier jugada por inverosímil que sea. Pero lo que no puede ocurrir es que estas y otras muchas combinaciones se salgan de una estadística razonable, aceptando incluso un cálculo conservador de la misma.
En Internet muchos expresan su desolación por la secuencia de jugadas imposibles o por la reiteración de jugadas poco probables que sufren con excesiva frecuencia. Ello incita a presuponer irregularidades en la gestión de la aleatoriedad de las cartas. Es muy fácil acusar pero, afortunadamente, existen posibilidades reales de resolver estas dudas de un modo absoluto.
Lamentablemente, a día de hoy, no se ha incidido en esta cuestión primordial, más allá de controles muy básicos, siempre bajo el análisis protector de los laboratorios informáticos elegidos por las mismas casas de poker. Una versión muy actual del yo me soy el rey Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como de Francisco de Quevedo en su Letrilla Satírica.
Todas las casas de poker quieren parecer honestas. En su mano está el demostrar, de una vez por todas, que realmente lo son. Su falta de transparencia en muchos aspectos, propicia la desconfianza. En pokercsi podemos dar fe de la nula predisposición a tratar determinados temas por parte de los casinos de poker virtuales. Desde correos que se contestan de manera automática sin que la respuesta tenga nada que ver con la pregunta, hasta la negativa a dar un mínimo de información para acceder al gerente de su empresa en España. Cuando la pregunta les parece complicada se escudan en que tienen el permiso de la DGOJ para operar en España. Esto, que a priori debería ser una plena garantía, resulta en la práctica un pasaporte demasiado condescendiente para las salas de poker.
Es ciertamente injusto meter a todos en el mismo saco, en esto estamos de acuerdo. Pero ante ciertas actitudes, las salas de poker que quieran contar con un plus de confianza de sus usuarios, deberán dar un paso al frente. Ha llegado la hora de salir de dudas, de afrontar en profundidad todas las desconfianzas que sobrevuelan el poker online.