Crónicas ( CLXIX )
11 de septiembre de 2023
En la DGOJ tienen pleno conocimiento de la tarea que habría que realizar para desempeñar una vigilancia estricta de los enredos del poker online: un control exhaustivo de la interrelación entre las cartas en mano de los jugadores y las cartas comunitarias.
Desde el 2014, de manera constante, les hemos estado insistiendo de la necesidad perentoria de afrontar esta situación anómala. Incluso les hemos enviado un dosier explicando, paso a paso, lo que habría que hacer a nivel técnico para ejercer un control adecuado. Merece la pena mencionar que la Sra. Cecilia Pastor Pons, Subdirectora General de Inspección del Juego, no solo hizo caso omiso de nuestro planteamiento, sino que ni siquiera le prestó la más mínima atención, de acuerdo a su lacónica y tardía respuesta.
Después de nueve años negando la mayor, es imposible que los dirigentes de la DGOJ admitan que están equivocados y que reconozcan la necesidad de efectuar unos controles que, de acuerdo a los comentarios que nos han expresado algunos ejecutivos de empresas que homologan el software del poker online, nunca se les ha instado a realizar.
El negocio de las casas de poker consiste en incentivar botes para llevarse mejores comisiones. Negarse a efectuar el control de esta anomalía interesada, si además te llevas una parte de los beneficios de las casas de poker online, no parece la mejor manera de proteger a los jugadores de poker online españoles, ni de preservar la buena imagen de la DGOJ.